EXPERIENCIAS INOLVIDABLES
SUMERGIRSE EN UN BAÑO DE PIEDRAS CALIENTES
En realidad, este baño tradicional de piedras proviene de la tradición ayurvédica. Es una costumbre que se disfruta por todo Bhutan.
Tras un intenso día, no hay mejor forma de darse un homenaje que en uno de estos baños tradicionales. Algunos de estos baños están al aire libre, rodeados de bosque primigenio. Por eso no sólo se disfruta de un contraste ideal de temperaturas sino también de un paisaje espectacular.
Por lo tanto, si buscáis una experiencia auténtica, pero a la vez con un poco de lujo tenemos una recomendación. Los baños de piedras que ofrece el Amankora Resort en Gangtey, en una casa labriega y con espectaculares vistas al valle.
SUBIR AL NIDO DEL TIGRE
Probablemente es una de las visitas más fascinantes de Bhutan: el monasterio de Taktsang, el Nido del Tigre. Este monasterio está rodeado de bosques de pino azul y encaramado en una pared de 700m sobre los arrozales del valle de Paro. Es uno de los lugares de obligada peregrinación para los butaneses. Además de ser un edificio fascinante, cuenta con auténticos tesoros en su interior y los monjes del lugar siempre están dispuestos a compartir las leyendas de tigres voladores que dieron origen a su construcción.
En realidad, uno de los mejores lugares para dejarse llevar por el misterio de estos lares. La excursión de 2,5 horas nos lleva a través de bosque y cascadas, hasta llegar a este mágico lugar construido en la roca.
DESCUBRIR LA VENERACIÓN POR LOS FALOS Y SUS RAZONES
Si algo llama poderosamente la atención es el gusto de los butaneses por decorar las paredes con falos pintados o construir fuentes con forma de pene. En primer lugar porque a simple vista ésta parece una sociedad conservadora y tímida. También porque muchas de esas representaciones fálicas aparecen en templos y lugares sagrados. En realidad se trata de una representación más del peculiar carácter butanés, ya que estos falos son pequeños homenajes a la figura de Drukpa Kunley.
También llamado “El Divino Hombre Loco”, es un héroe nacional que llegó a Bután en el S. XIV. Es reverenciado hasta hoy día por su peculiar forma de entender el mundo. Y es que mezclaba el sentido del humor con las irreverencias sexuales y la espiritualidad. Una manera de enseñar que chocó mucho en la sociedad que se encontraba, por aquel entonces, demasiado anclada en el rito estricto y en la seriedad.
ASISTIR A UN FESTIVAL EN UN MONASTERIO
Los Tsechus, o festivales de máscaras, son los festivales religiosos más importantes de Bhutan. Como consecuencia del aislamiento que estos monasterios sufren en inviaerno, estos festivales se celebran principalmente en otoño y primavera. Las fechas cambian cada año según el calendario lunar, por eso es interesante planear vuestro viaje con varios meses de antelación.
Pero presenciar estos festivales realmente es un lujo que merece la pena: los monasterios y fortalezas se llenan de vida, y los bailes de máscaras, la música y las ceremonias de purificación no cesan durante días. Para los butaneses es el momento de juntarse con familia y amigos, de divertirse y ser bendecidos. Para nosotros es una oportunidad única de disfrutar la cultura butanesa en su máximo esplendor.
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